ANÁLISIS NYX

Hoy continuaremos hablando de la marca Nyx, de la que ya tratamos la superficie en la última entrada, en la cuál dijimos que la empresa era una subsidiaria de la multinacional L'Oréal.

Este dato nos resulta de gran interés puesto que la única información referente a la Responsabilidad Social Corporativa de la marca, su política medioambiental o las acciones verdes que realiza, pertenece a L'Oréal y no a Nyx, por lo que se entiende que todas las subsidiarias de L'Oréal actúan bajo el mismo paraguas. Debido a esto, analizaremos a L'Oréal en nombre de Nyx para ver qué se esconde detrás de semejante empresa de renombre internacional y si todas las marcas que maneja tienen, o no, un mínimo de sostenibilidad.

Entrando en la página corporativa de L'Oréal España podemos ver las acciones que emprenden en favor del planeta. De lo primero que informan es que sus compromisos son para el 2030, esto significa que, según el informe Approaching The Future 2020, L'Oréal pertenece al 60% de organizaciones que asegura haber definido objetivos concretos para medir la contribución a la Agenda 2030. Además, el programa que consolida estas acciones recibe el nombre de "L'Oréal for the Future".

Como resultado a los diferentes objetivos que plantean, afirman haber reducido las emisiones de CO2 de sus plantas y centros de distribución en un 78% en términos absolutos desde 2005, conseguir que 35 de sus centros (incluidas 14 fábricas) sean neutros en emisiones de carbono, y que a finales de 2019, el 85% de los productos nuevos o renovados del Grupo L'Oréal mejoraran su perfil medioambiental y social. Además, es la primera y única compañía del mundo que ha logrado una puntuación "A" en las tres clasificaciones de CDP: protección climática, gestión del agua, preservación forestal, durante 4 años consecutivos.

Por otro lado, L’Oréal se ha comprometido a que en 2025 el 100% de los envases de sus productos sean reciclables, compostables, rellenables o reutilizables y un 50% estén fabricados de materiales reciclados o de bioplástico. Por ello, realizan proyectos de innovación como el juego empresarial Brandstorm, cuyo objetivo es ayudar a la empresa a reducir el plástico en los nuevos lanzamientos mediante propuestas de jóvenes innovadores. Esto ayuda a L’Oréal, no solo a avanzar en innovación sostenible, sino también en comunicar y sensibilizar al consumidor para un consumo responsable, que como dice la empresa, es uno de sus pilares fundamentales.

A pesar de todos estos "logros" claramente explicados y detallados en su página web, quedan muchas lagunas que hacen replantearse si la compañía es tan verde como parece. Para empezar, uno de sus principales fallos es la tardanza que han tenido en implantar acciones que ayuden al planeta. En comparación con muchas empresas analizadas ya en este blog, L'Oréal es una de las que más retardada va, que menos iniciativas ofrece, y que menos acciones ha puesto en marcha y todos esto se debe, como hemos dicho, a su tardanza en comenzar a desarrollar acciones sostenibles.

¿Cómo es que en pleno 2021 todas las marcas subsidiarias a L'Oréal siguán sin tener recipientes reciclables o hechos de componentes menos dañinos? ¿Porqué no son transparentes con la composición de sus productos, detallando uno por uno sus ingredientes como otras empresas? ¿Qué hay de sus camiones de transporte, sus tiendas y las fábricas que aún tienen emisiones de C02? ¿Cómo es aún no tienen un programa de recogida de envases como el resto de empresas del sector? Y como estas, muchas otras preguntas sin respuesta podrían llenar esta entrada.

Este es el resultado de una compañía que decidió salir la última en la carrera contra el cambio climático y que, aunque hoy en día parece concienciada a ponerle remedio, sigue dejando mucho que desear y aún tiene mucho trabajo por hacer, un trabajo que muchas empresas ya llevan años, e incluso décadas, realizando. La conclusión la dejo a vuestra libre interpretación porque poco más me queda que añadir.