LUSH

Hoy toca a hablar de la marca Lush. Para aquellos que desconocían su existencia, Lush es una empresa minorista de cosméticos británica que fue fundada por Mark Constantine, tricologista, y Liz Weir, terapeuta estética.

La marca fabrica y comercializa productos de cuidado facial y maquillaje, entre los que destaca su producto estrella: la bomba de baño, una esfera sólida hecha a partir de bicarbonato de sodio, ácido cítrico, aceites esenciales y mantequillas naturales, que burbujea y se disuelve produciendo formaciones de colores.

En cuanto a la producción de Lush, se caracteriza por usar únicamente recetas vegetarianas y veganas en todos sus productos sin ningún conservante. Tiene fábricas situadas en diversos puntos del planeta. La compañía marca todos sus productos con etiquetas de la persona que fabrica el producto que se está vendiendo, para visibilizar la mano de obra y denunciar el tráfico de personas y el trabajo forzado que ocurre con muchas empresas durante la producción. Este es uno de los valores que defiende la marca.

Por otro lado, sus famosos botes negros, donde venden los productos, son de plástico de polipropileno reciclable. La compañía también ofrece a los consumidores una manera de reciclar devolviendo los recipientes que tengas vacíos a la tienda a cambio de una mascarilla facial gratis por cada 5 botes devueltos.

El principal compromiso que tiene la marca es su lucha activa contra el testado en animales. Una de sus armas es la investigación para finalizar con esta práctica en todo el mundo. Gracias al descubrimiento de métodos pioneros ya está dando sus frutos, puesto que la empresa XCellR8 ha conseguido probar en células 1000 productos de Lush de forma segura.

Al igual que este descubrimiento, muchos otros se pubican en Lush Newsletter, una revista digital creada por la marca para defender sus valores de consumo responsable, sostenibilidad, producción transparente... para darles visibilidad e informar al público de que siempre hay una alternativa mejor de consumir.

Su eslogan es: mejor usarlo fresco. Esto simboliza a la perfección la política de la marca, ya que su máxima preoucpación es que sus condumidores disfruten de unos productos sin conservantes, frescos, con el mínimo residuo posible y con una cadena de valor transpartente y veraz.